viernes, 19 de marzo de 2010

PUEDO




Lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

PUEDO
escribir los versos más vivos
esta mañana,
conseguir que Neruda me sonría
complacido,
lograr que se cobije
la Esperanza en nuestras filas,
planear nuevas citas
a la Alegría adheridas.

PUEDO
escribir los poemas más alegres,
esta tarde,
al recobrar con una llamada
la voz que creía perdida,
al entender que tu mirada abriga
y acoge mi llegada,
al aceptar, incluso risueña,
tu partida anunciada.


PUEDO Y DEBO
escribir las poesías más solaces
esta noche,
perpetrando buenos sustos
para paliar mis malos miedos,
urdiendo caricias
y mundos más justos,
sembrando “te quieros”
y segando con un paréntesis
de sonrisas los disgustos.

"Propuesta". Dédalo del deseo. Gloria Bosch


Te propongo esta noche
llegar a un acuerdo,
un diálogo entre mi cuerpo y tu cuerpo,
una conversación sin palabras,
un silencio de proyectos,
que tus dedos interpreten
el lenguaje de mis dedos.

Te propongo, simplemente,
alargar la caricia,
no planear la llegada a la cima
sino navegar con el remo de mis brazos
no utilizar para nada el salvavidas
ni que el tiempo detenga la mirada
dirigida a los botones de tu camisa.

Te propongo un pacto de susurros,
una tertulia de gemidos,
un monólogo de gritos,
que todo lo que no dijimos
en la piel permanezca escrito.

Te propongo una noche interminable,
lenta, muy lenta, tan lenta
que cuando nos interrogue la mañana
no sepamos quiénes somos
ni hacia dónde vamos
como si aprendiéramos de nuevo a leer
igual que dos niños pequeños,
como si aprendiéramos de nuevo a escribir
sobre el pálido folio de nuestro cuerpo.

Te propongo una lectura corpórea
desde el prólogo de tus ojos
hasta el epílogo de mi boca.

DÉDALO DEL DESEO. Gloria Bosch.
Huerga & Fierro editores