jueves, 19 de agosto de 2010

L@S TRES MON@S SABI@S. MÁXIMA BUDISTA: “No escuches el mal, no hables el mal, no veas el mal”





"Todos los días deberíamos escuchar buena música, leer hermosos poemas, extasiarnos en lindas pinturas y hablar palabras razonables".

GOETHE


"Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido".

Oscar Wilde


"A los hombres se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo y los que dicen algo por hablar".

Príncipe Carlos José de Ligne


Las estatuas de la fotografía son unas de las más famosas de Japón por su significado y también por su origen misterioso. Hay un proverbio japonés que dice:

“No veas la maldad, no escuches la maldad, no hables de la maldad”.

Este proverbio parece ser que proviene de unas escrituras de Confucio. Los tres monos sabios (o quizá sean monas, quién sabe) tienen nombre:

Mizaru (el que no ve, 見ざる), Kikazaru (聞かざる, el que no escucha), Iwazaru (言わざる, el que no dice).

Curiosamente, la terminación “zaru” significa “no hacer” (en japonés antiguo) y también significa “mono”. Seguramente sea por eso por lo que el proverbio fue representado con una estatua de tres monos/as.


Las estatuas de los monos sabios (o monas, insisto) nos aconsejan no criticar ni cotillear sistemáticamente, no ser entrometido ni juzgar a l@s demás.

"Si no te ves expuest@ a maldades, no serás malvad@”.


En ningún caso, creo yo, la interpretación alude a la supuesta pasividad oriental para solucionar los conflictos (externos o internos), más bien se refiere a ser resiliente y a dejar fluir las situaciones, “zentrarse” en el bien y concentrarse en la bondad elevando de esta manera las bajas energías (miedo, odio, ira, venganza, envidia, rencor…) que parecen (pero no son) más potentes y poderosas que las altas energías (coraje, amor, altruismo, empatía, perdón, comprensión…).


Cada cual que reflexione y saque sus propias conclusiones sobre esta antigua máxima de l@s tres mon@s sabi@s.


Quien quiera entender que entienda…y lo difunda.
Todo tiene solución.
No añadas más sufrimiento al sufrimiento.
Provoca lo que quieres, no lo que temes.
Esto también pasará.