sábado, 1 de septiembre de 2012

REENCUENTRO CON UN POEMA KÍNICO





No sé el motivo ni el momento
en el que dejé de tañer mi lira
y me abstuve de pintar
                                  NADA.

Aviesas compañías
y mi personal desencanto
me incitaron a rasgar
bosque-jos desarbolados.
Cerré mi creativo
y pandórico arcón
y arrojé la llave
                                 lejos.
La incomprensión
me abocó al aislamiento,
la indiferencia al silencio.
Me limité a la consecución
de peculio, condumio,
vestido –pantalón-,
alojo y desahogo físico.
Laboré cuando encontré en qué,
hice vida social
cuando tuve con quién.
Y ahora, a mi Ser, que creo
es una parte del Todo,
no le sirve evadirse
con un simple esparcimiento
o un vulgar recreo
y se resiste a adoptar
las posturas rutinarias
y las envolturas someras
de esos entes hostiles
que enarbolando banderas
creen convencer a los aprendices
                             de quimeras.
No me conformo con interactuar
con un biperfil en Facebook.
No me importa
esperar largo.
He de conseguir
la íntegra verdad,
no sólo su insinuación
o futura promesa de constitución.
Quiero algo más,
no sé bien qué,
más profundo, más sencillo,
menos terreno, menos etéreo.
Lo reconoceré cuando llegue,
cuando huela su proximidad.
Lo pernicioso es la avidez,
el deseo voraz
de aquello que no se debe
ni se puede poseer…



Si no fuera por la Música
A estas alturas de mi vida, ya sé con quién y con qué puedo contar y con quién o con qué no. Algo es. Desde bien pequeña, el inconformismo me persigue, más bien parece una intuición cuántica, una semblanza futurible de lo que puede llegar, una confirmación  constatada y documentada de lo que está mal, no es ético ni aceptable, de lo que hiede y hay que airear y modificar porque lo abyecto ha dejado de estar de moda y se imponen otros modos de hacer y otros mundos por cimentar.

Sigo viva. Y antes de morir, como asevera Punset, voy a intentar VIVIR  así, con mayúscula, sin claudicar ni dejarme sobornar ni corromper, gozando de los días que me sean regalados para aprender y mejorarme interiormente, y por ende, mejorar mi entorno. Doy fe.





Te intuí cuando aún no te conocía. Te comencé a creer cuando ya no te pude ver…

Me nacen pies con alas. Comparto el camino. Le doy fuerza a mi débil corazón con alimentos veganos que salen del Alma de Gaia.

Si no fuera por el Arte que conmueve e impone su cordial presencia entre las nubes de mugre que en la sociedad imperan...

Oh, mon Dieu, que la noche no sea eterna, que despierten tod@s l@s que se empeñan en dormir su borrachera de ignorancia e indiferencia.
Me concentro y proclamo mis más encendidos deseos, mis más pulidas y meditadas intenciones:

Que las corrientes masoquistas no velen a las surrealistas.
Que el progreso no consista en contaminar y esquilmar los recursos naturales y humanos. Que el prójimo no se obstine en pagar más por menos.
Que las medidas políticas y económicas no subyuguen a las más sociales y lógicas.
Que avasallar no sea el objetivo de l@s que nos dirigen.
Que abusar e imponer no se imponga en cualquier relación.
Que la intimidad no te intimide.
Que no te dobleguen la doble vara de medir y tanta humana doblez.
Que cuando te amen no te domen.
Que si te amansas, no sea sometiéndote.
Que si te subordinas no sea a un borde y si te supeditas seas tú la que, si lo quiere, remita.
Disciplina sin inquina.
Que oprimir no sea una meta. Que liberarse o emanciparse no sea abandonarse sola en una isla desierta.

Un lindo gatito vecino acaba de tronchar el aloe a mi vera.  Se le disculpa, porque es un felino sin fronteras. Y así me despido sin moverme ni quedarme donde estoy.